viernes, 11 de octubre de 2013

Turrión: 'La contaminación de ríos y acuíferos por el fracking es ya un hecho científico'

Francisco Turrión Peláez es uno de los mayores expertos en aguas subterráneas de nuestra región. Nacido en Zamora, desde los 2 años vivió en Salamanca, donde estudió Geología, se traslado posteriormente a Madrid para especializarse en Hidrogeología Aplicada por la Universidad Politécnica de Madrid gracias a una beca.

Desde hace más de 23 años reside en Murcia, donde trabaja desde entonces como  Geólogo en la Confederación Hidrográfica del Segura. Turrión no duda en calificar las aguas subterráneas de la región como su mayor tesoro, así lo cuenta en su blog (www.franciscoturrion.com) y se ha convertido en una de las voces más claramente críticas con la fractura hidráulica (fracking).

En la región de Murcia se han otorgado recientemente varios permisos de investigación para la búsqueda de gas natural mediante la técnica del fracking. ¿Hay motivos para la preocupación?
 
Si. Porque los ciudadanos de Murcia, por desgracia, no conocen el potencial de aguas subterráneas que tienen para poder salir de la crisis de forma sostenible y poder crear empleo. Porque en esta tierra: agua es sinónimo de trabajo y las aguas subterráneas, que no están sobreexplotadas como nos quieren hacer creer, lo son ya y lo serán más aún en un futuro cercano. Todo ello, si aplicamos ciencia, en vez de “creencias” interesadas.

Por tanto, tampoco conocen el grave riesgo que corren estos recursos subterráneos, y estas grandes masas de aguas subterráneas embalsadas en los acuíferos confinados, de ser contaminadas por el FRACKING  para siempre para usos, tan básicos y tan sensibles, como la bebida o el regadío. Precisamente la exportación de esos productos hortofrutícolas son el auténtico motor del desarrollo regional.

Algunos señalan que sólo se trata de permisos de investigación, y que por tanto es pronto para oponerse...

Los permisos de investigación concedidos ya en Murcia incluyen "un simulacro de fracking". Prevén experimentos de fracking. Es decir, para poder evaluar mínimamente el potencial de un yacimiento de gas esquisto, hay que ensayar en él. Hay que  perforar uno o varios sondeos y practicar la fracturación hidráulica. Por tanto, el fracking ya está aquí, también en esta fase inicial de permiso de investigación.

¿Cuál es el principal riesgo del fracking?

Para mi, si he de apuntar uno solo, sería la contaminación del agua subterránea que van a beber nuestros hijos y con la que van producir alimentos. Es condenarlos a un futuro muy incierto.

Digo esto, porque este riesgo es real, y  ya se ha visto esto donde se llevan años obteniendo este gas no convencional (shale gas) mediante “fracking”, en Estados Unidos. La contaminación de ríos y acuíferos por esta técnica es ya un hecho científico.

La conexión de las aguas subterráneas y los cauces superficiales está más que demostrada en Murcia en diferentes zonas. Una de las más importantes está en el río Segura, precisamente en el Sinclinal de Calasparra, en el Cañón de Almadenes, donde el agua del acuífero superior de esa estructura geológica sale y alimenta al cauce del Segura en la zona del Gorgotón. Precisamente, muy cerca de donde se han dado dos permisos de investigación de hidrocarburos donde se utilizará la técnica de fracking.

¿Qué importancia tienen los acuíferos en la cuenca del Segura?

Lo primero que tengo que decir es que los acuíferos que usamos hoy no se encuentran definidos ni catalogados oficialmente en el Plan Hidrológico del Segura: ni en el actual ni en el que está en borrador. Son los acuíferos confinados: acuíferos que no se ven en la superficie del terreno, salvo en las zonas de montaña, por donde se recargan, pero que se  encuentran bajo nuestros pies, por debajo de pocos cientos de metros de arcillas y margas impermeables. Almacenas más de 50.000 hm3 y transfieren al mar todos los años unos 500 hm3.  Este es, en mi opinión, nuestro mayor tesoro, y parece como si nos los quisieran esconder.

Estos acuíferos serán, en breve,  un importante suministro agua potable para la población, como pasa en otras regiones. Además, sus aguas aportan más del 60%  del  caudal del río Segura. Sus manantiales dan vida al paisaje y a muchos espacios naturales; y sus pozos y fuentes milenarias sostienen la economía en el medio rural.

En definitiva, son una reserva estratégica de agua, para nosotros y para las generaciones futuras, que debemos preservar de la contaminación.

Sin embargo, los permisos concedidos están sobre acuíferos, ¿existe un riesgo real de que puedan quedar contaminados?

Si. Estamos en una zona altamente sísmica por la existencia de un entramado de fallas activas. Dichas fallas interconectan en muchos puntos, como el antes comentado del Gorogtón,  los distintos acuíferos que hay en la vertical, e incluso con los ríos.

El fracking produce fracturación del terreno por las cargas explosivas y por la inyección a presión de grandes cantidades de agua. Esas nuevas fracturas se conectan con las viejas y ayudan a movilizar los contaminantes introducidos en el proceso por el interior de los distintos acuíferos, pudiendo llegar hasta el río.

Se trata, además, de acuíferos de calizas, ¿qué supone esto?

El 80% de la extensión de los acuíferos de la cuenca del Segura están formados por calizas y dolomías. Ambas, en contacto con el agua de lluvia y el CO2,  se van disolviendo formado conductos verticales que se conectan en profundidad con otros horizontales dando lugar a auténticos ríos subterráneos.

El ejemplo que más se conoce es el del Calar del río Mundo y sus “Chorros”. Este proceso de disolución y formación de conducciones naturales de agua puede haber durado millones de años.

El  agua en esos conductos kársticos está sometida a grandes presiones, ya que se encuentran a varios centenares de metros bajo tierra. Cuando los cortamos en un pozo profundo, sus aguas pueden salir solas al exterior, como pasa en el sondeo Alhárabe, cercano al camping de la Puerta. Pozo profundo  destinado al regadío de la huerta de Moratalla, otro municipio donde también se va a hacer Fracking.

Es decir, el agua en el interior de uno de estos acuíferos no tiene prácticamente obstáculos a su movimiento, pues el agua se mueve como si circulara por una intrincada cañería. No hay posibilidad de retención de contaminantes y degradación de los mismos, como pasa en el caso de los acuíferos de gravas y arenas.

Estos acuíferos, por su potencial de albergar grandes cantidades de agua y por su alta conectividad, son los más vulnerables a la contaminación por fracking y donde sus nocivos vertidos serán más persistentes y se movilizaran rapidamente.
 
Sin embargo, la empresa que buscará gas en nuestra región (Oil & Gas Capital) ha asegurado públicamente que no van a contaminar lo acuíferos. ¿Se puede garantizar?

Eso es simplemente la expresión de un deseo. Desearían no contaminar acuíferos, debemos traducir.

Pero no explican el porqué no: facilitando informes geológicos, perfiles geofísicos, columnas litológicas y estratigráficas, proyectos de inyección, medidas de seguridad, calidad de las tuberías de acero a emplear, prescripciones técnicas para evitar la corrosión de las tuberías de inyección por los tóxicos inyectados, mapa exacto con los puntos de interés.

Por tanto, es lógico y responsable imponer el principio de precaución y cautela a la extracción de hidrocarburos mediante fracking. Y ante los riegos existentes y consecuencias demostradas allí donde se ha utilizado, debe pensarse, sobre todo, en el interés general y en las generaciones futuras, y prohibir el fracking en la cuenca del Segura. Para ello, bastaría con aplicar la actual Ley de Aguas, sobre todo en relación con los vertidos a los acuíferos.

¿Qué repercusiones tendría en la cuenca del Segura una hipotética contaminación de estas aguas subterráneas?

Podemos beber nuestras aguas subterráneas, como hacen las regiones limítrofes, ser autosuficientes utilizando nuestros acuíferos confinados, y que escondemos,  y dejar de ser “tajodependientes” en el abastecimiento humano, incluso en el regadío.

Pero si se contaminan o se ponen en riesgo grave de contaminación por el empleo masivo de esta técnica,  nunca podremos beberlas ni regar con ellas. Ni nosotros, ni nuestros hijos. Y, ¡ojo!, a lo mejor tampoco las del Tajo, ya que éstas se mezclan con las del Segura en las Juntas, Calasparra.

Más vale prevenir. Debemos aprender de los alemanes, donde una industria tan potente como la cervecera, que utiliza también el agua, le ha dicho al gobierno de Angela Merkel que no quieren Fracking. En Francia, por ejemplo, está prohibido.

¿Y en el sector agrícola de la región?

Si nuestro futuro es exportar agua (en hortalizas y bebidas envasadas) debemos cuidar mucho su calidad. Si se diera el caso, que las lechugas, brócolis, alcachofas, pepinos, calabacines, pimientos, tomates, etc. que exportamos, en algún momento llevaran trazas de alguno de los tóxicos empleados en el Fracking, el sector se hundiría. Acuérdese de la crisis de pepino.

Hay quienes afirman que el fracking es el futuro, y una oportunidad de crear puestos de trabajo. ¿Comparte esa opinión?

Lógicamente no. Nuestro futuro es mirar a nuestra propia agua con respeto y sin miedo. Utilizar nuestros acuíferos confinados de forma científica para aumentar las exportaciones de productos agrícolas al exterior. Somos los mejores en esto, y lo podemos ser más. En mi opinión, el futuro es ser “la huerta ecológica de Europa”.
 
Recientemente hemos visto como en el Delta del Ebro se ha paralizado la inyección de gas natural en el subsuelo (plataforma Castor) tras los numerosos movimientos sísmicos registrados. ¿Puede ocurrir algo similar aquí con el fracking?

Por supuesto, por desgracia tenemos tristes experiencias cercanas y recientes de terremotos en Lorca. Estamos, como decía, en una de las zonas más sísmicas del Mediterráneo, junto con Turquía. El fracking es romper rocas con explosivos y agua a presión.  Y Como se ha visto en Castor, el cóctel fluidos + fallas es “altamente explosivo”. ¿Qué más queremos ver ya? 

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