Ecologistas en Acción convoca el 11 de octubre la tercera edición del
"Global Frackdown", una iniciativa internacional para prohibir la
fractura hidráulica en todo el mundo.
La resistencia internacional contra la fractura hidráulica (fracking,
en inglés) no para de crecer y de cosechar victorias. La segunda
edición del "Global Frackdown", el Día internacional contra el fracking,
en 2013, fue un éxito rotundo, consiguiendo una convocatoria masiva
.
Activistas de todo el mundo aunaron sus voces para pedir alto y claro
una prohibición de esta técnica que ya ha contaminado acuíferos, suelos y
aire allí donde se ha empleado de forma masiva para extraer las últimas
migajas de combustibles fósiles del planeta.
Ecologistas en Acción se suma a este día con el mismo mensaje unánime
que caracteriza la resistencia global: "fractura hidráulica, no, ni
aquí, ni en ningún sitio". Porque el movimiento antifracking tiene claro
que no cabe una regulación adecuada de la técnica. Los riesgos que
conlleva son de tal magnitud que solo cabe una prohibición. Además es
común la demanda de abandonar el insostenible camino de los combustibles
fósiles y dedicar todo este valioso esfuerzo y dinero en acelerar el
necesario y urgente cambio hacia un modelo energético que esté basando
en el ahorro energético y en las fuentes renovables.
El movimiento contra la fractura hidráulica ha conseguido que la
propia industria lo considere un obstáculo importante para el desarrollo
de la actividad. Esta oposición social se ha venido traduciendo en
moratorias, prohibiciones, aumentos de la carga regulatoria, y abandonos
de los proyectos por parte de las compañías.
En el Estado español ya son seis comunidades autónomas las que han
tomado algún tipo de medida para protegerse de la fractura hidráulica
(Andalucía, Asturias, Cataluña, La Rioja, Navarra y Cantabria). Así
mismo varias provincias y cerca de 400 municipios se han declarado ya
libres de fracking.
Las compañías mientras intentar puentear estas prohibiciones buscando
el apoyo de gobiernos como el español que aprueben normativas que les
den garantía jurídica y blindando sus derechos en las negociaciones de
tratados del libre comercio (como el tratado TTIP actualmente en
negociación entre la UE y los EE UU) para poder perseguir legalmente las
prohibiciones. Tendrán enfrente sin embargo a toda una sociedad que el
día 11 de octubre les recordará alto y claro que no tienen licencia
social para operar.
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